Verónica Fernández es una joven de 25 años que denunció a su padrastro porque, presuntamente, abusó sexualmente de ella desde los 7 hasta los 14 años. Todo comenzó un día que la madre de ésta acudió a un programa de televisión, dejando a la niña con su padrastro. El juicio de estos abusos está todavía por llegar, desde que interpusiera la denuncia en el año 2007, aunque sobre el denunciado pesa una orden de alejamiento que le prohíbe comunicarse con la víctima, por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual.

El denunciado, por su parte, acudió a un programa de televisión y fue sometido a una entrevista. Como respuesta, Verónica Fernández acudió a un cuartel de la Guardia Civil y comenzó allí una huelga de hambre hasta que comience el juicio contra su padrastro. Lo que es cierto es una cosa: tres años de espera es muchísimo para asuntos de esta índole.

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