Trágica noticia la que nos viene desde Chile, donde un incendio originado en la Cárcel de San Miguel, en la capital del país, Santiago, ha causado la muerte de 81 personas, en su mayoría internos. El incendio habría sido causado a consecuencia de una pelea entre dos presos.

Paul Gentile Smith, vecino de Long Beach, California, ha sido condenado a cadena perpetua por torturar y asesinar a su amigo Robert Haugen en 1988, cuando la víctima contaba con 29 años de edad. El ADN ha sido el responsable del enjuiciamento, proceso durante el cual Smith trató de comprar a un investigador que acabara con testigos y detectives.

Conocido por un papel en la soap opera “Betty la Fea” americana, Michael Brea, actor de 31 años, asesinó a su madre en su piso de Brooklyn. Los motivos de su crimen los explicó a la policía. “Yo no la maté a ella. Maté al diablo que había dentro de ella”.

Michael Brea, actor que apareció en Ugly Betty, fue detenido ayer por la Policía de Nueva York, acusado de decapitar a su madre con una espada samurái en su vivienda del barrio de Brooklyn.

Según el relato de los vecinos, se escucharon voces provenientes del edificio del propio Brea recitando pasajes de la Biblia y exigiendo a su madre que se arrepintiera de sus pecados. Ante tales acontecimientos, los vecinos decidieron llamar a las emergencias, que cuando llegaron al lugar encontraron el cuerpo de la mujer, cuyos gritos también habían escuchado los vecinos, con navajazos y decapitada.

Michael Brea intentó oponerse a las fuerzas del orden, aunque finalmente fue reducido por los agentes con ayuda de un par de descargas eléctricas. Desde allí fue trasladado al hospital. Los vecinos dicen que nunca había dado muestras de un carácter violento.

Claude Howard Jones fue un hombre condenado a muerte en 1990 en el estado norteamericano de Texas por solamente una prueba: un pelo suyo yacía junto al cadáver de un asesinado. Diez años más tarde, la pena capital se cumplió, y se convirtió en el último ejecutado de la era de George W. Bush como gobernador de Texas.

Ahora se ha descubierto que ese pelo no pertenecía a Jones, si no al dueño de la tienda que se atracó, Allen Hilzendager.

“Mi padre nunca dijo que fuera un santo, pero sí mantuvo que no cometió este asesinato. Espero que estos resultados sirvan como llamada de aviso. Si nuestra sociedad quiere seguir utilizando la pena de muerte, hay que arreglar algunos problemas serios en la justicia”, dijo el hijo del ejecutado al conocer la noticia.

Sin esta prueba que le condenó a la inyección letal, Claude Howard Jones habría recibido como castigo la cadena perpetua, si bien tampoco prueba necesariamente que no fuera autor material del crimen (sin embargo, las leyes de Texas exigen que haya pruebas físicas a las que atenerse a la hora de condenar a muerte). Jones tuvo un cómplice en esta historia, el cual coge fuerza para la teoría de que fue él quien disparó a Hilzendager, en lugar de Jones, que habría estado esperando en el coche. Un tercer cómplice, el que facilitó el arma a Jones, aseguró que este le dijo que había cometido el asesinato, pero luego retiró sus palabras alegando que las pronunció para asegurarse una menor condena.

Las pruebas de identificación de 1990 son obsoletas hoy día, pero en el año 2000, cuando las pruebas de ADN eran muy fiables, los fiscales defensores de Jones no consiguieron convencer a ningún jurado de Texas de volver a estudiar el pelo encontrado.

Esta semana las autoridades francesas detuvieron a cinco personas sospechosas de preparar ataques terroristas islámicos en el país. Según el Gobierno galo, al menos uno de ellos “estaría dispuesto a morir por la causa”. Uno de los arrestados habría pasado tiempo en Afganistán, mientras que los otros cuatro habrían estado planeando realizar un viaje a Pakistán.

El Ministro del Interior francés dijo que existe una amenaza real de atentado terrorista en Francia, por lo que no se deben subestimar las medidas de protección. Los cuatro sospechosos fueron detenidos en el aeropuerto Charles de Gaulle y todos ellos son de nacionalidad francesa, aunque algunos de ellos eran de ascendencia argelina. Según el propio Ministro del Interior, “claramente pertenecían a la esfera islamista radical” y “la célula ha sido desmantelada”.

Durante este año, 90 personas sospechosas de terrorismo islámico han sido detenidas en el país vecino.

Fuente | New York Times

Verónica Fernández es una joven de 25 años que denunció a su padrastro porque, presuntamente, abusó sexualmente de ella desde los 7 hasta los 14 años. Todo comenzó un día que la madre de ésta acudió a un programa de televisión, dejando a la niña con su padrastro. El juicio de estos abusos está todavía por llegar, desde que interpusiera la denuncia en el año 2007, aunque sobre el denunciado pesa una orden de alejamiento que le prohíbe comunicarse con la víctima, por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual.

El denunciado, por su parte, acudió a un programa de televisión y fue sometido a una entrevista. Como respuesta, Verónica Fernández acudió a un cuartel de la Guardia Civil y comenzó allí una huelga de hambre hasta que comience el juicio contra su padrastro. Lo que es cierto es una cosa: tres años de espera es muchísimo para asuntos de esta índole.

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