Paul Gentile Smith, vecino de Long Beach, California, ha sido condenado a cadena perpetua por torturar y asesinar a su amigo Robert Haugen en 1988, cuando la víctima contaba con 29 años de edad. El ADN ha sido el responsable del enjuiciamento, proceso durante el cual Smith trató de comprar a un investigador que acabara con testigos y detectives.

El ADN se obtuvo gracias a un suceso aislado que, en principio, nada tendría que ver con este asesinato. En Nevada, Smith fue arrestado y su sangre comparada con la que se encontró en Long Beach. Durante el juicio, Paul negó haber asesinado a su amigo de la infancia. Su explicación para que su sangre estuviera en el apartamento de la víctima era que ambos habían comprado drogas y él se había hecho una herida al cortar marihuana. Mientras la madre del asesinado se lamentaba de estar recordando los hechos que tanto daño le hicieron hace ya veintidós años, Paul Gentile Smith trató de contratar a un investigador que asaltara al principal detective y un testigo del caso, ofreciéndole 300 dólares.

Tina Smith, la novia de Paul, admitió haberse reunido con el investigador en un restaurante de comida rápida con la intención de pagarle 50 dólares por adelantado, por lo que fue declarada culpable por conspiración. Mientras tanto, Paul Gentile Smith pasará su vida en prisión sin posibilidad de fianza.