Me hace gracia cuando alguien dice que normal que haya tanto mal en el mundo viendo las películas tan violentas que emiten por televisión. Siempre replico que Jack el Destripador no tenía televisión y era malo, malo. Y es que la realidad siempre supera a la ficción.

Gabe Watson es un ciudadano norteamericano que pasa sus días en una cárcel australiana por el homicidio de su mujer, Tina Watson, durante su luna de miel. En un caso normal, el condenado sería trasladado a Estados Unidos para que la justicia americana se hiciera cargo de él, pero, debido a que hay muchas posibilidades de que este elemento, natural de Alabama, fuera condenado a muerte, las autoridades australianas no pueden mandarlo a EEUU.

“Según las obligaciones internacionales, Australia no puede devolver a alguien a su país cuando hay riesgo de que se enfrenta a una pena de muerte”. Sólo podría ser enviado a los Estados Unidos en caso de que se llegara a un acuerdo entre ambos países de que la vida de el condenado no sufriera peligro.

El homicidio se produjo mientras ambos practicaban submarinismo en la Gran Barrera de Coral. Según los fiscales de Alabama, Gabe realizó el homicidio para cobrar el seguro de vida de Tina. Gabe admitió que había matado a su mujer.