Conocido por un papel en la soap opera “Betty la Fea” americana, Michael Brea, actor de 31 años, asesinó a su madre en su piso de Brooklyn. Los motivos de su crimen los explicó a la policía. “Yo no la maté a ella. Maté al diablo que había dentro de ella”.
De este suceso ha pasado ya una semana, pero la brutalidad del crimen sigue siendo de actualidad. Según el relato que el propio Brea brindó a los periodistas del New York Daily News desde la cárcel, él estaba durmiendo cuando Dios le visitó.
“Estaba durmiendo en mi habitación. Dios vino sobre mi cama, y me ofreció su mano. Yo le dije: ‘Dios, ¿mi tiempo en la Tierra se acabó?’. ‘Sí, Michael, hoy es tu último día. Entonces le pregunté si podía decir adiós a mi familia.”
De camino a su casa en metro, dijo sentirse como “Neo en Matrix”. Escuchaba voces de los demás pasajeros hablándole de su madre. Llegó a casa y abrazó a su madre, de 55 años. Al día siguiente, la propia madre le pidió que pusiera agua en el pote donde estaba cociendo tres pollos. Michael Brea entendió ese guiso como un ritual, un sacrificio, magia negra. Acudió a su habitación a por una espada con grabados masónicos. Al volver a la sala, su madre le preguntó por qué no había echado más agua.
“Tenía la voz del demonio. Abrí la puerta, con la espada en la mano, y le pregunté si creía en Dios. Ella me dijo que no, y empezó a gritar”. En ese momento, Michael Brea explicó a los periodistas cómo acabó con su vida.
Sin embargo, a pesar del macabro incidente, la familia del homicida le apoya, ya que dudan que Michael fuera él cuando asesinó a su madre.
Fuente | El Mundo
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